jueves, 24 de julio de 2014

SEGURO QUE OS HA PASADO

Conversación en email o en cualquier medio de mensajes escritos de este tipo:

- Tía, estoy contentísima con nuestro proyecto común, podemos ir primero a las ETTs en persona y luego, en las que no nos cojan el C.V. se lo mandamos por internet.
- También podemos quedar un día, para buscar empresas para mandar el c.v. haciendo autocandidatura, o nos las repartimos, las buscamos cada una en su casa, y ya, nos las pasamos.
- Otro día, tenemos que mirar en nuestros contactos de las redes sociales, a ver si alguien sabe algo, o, colgar allí mismo que estamos desempleadas.
- Podemos quedar para mirar cada una el c.v. de la otra, y nos comentamos que errores vemos. O, nos los mandamos por email, y ya nos decimos.
Contéstame, por favor, con lo que te parezca mejor.

Respuesta de tu amiga:

O.K.

domingo, 20 de julio de 2014

LA IMPORTANCIA DE LA PSICOLOGÍA

Por una vez, voy a romper una lanza a favor de una profesión que no es la mía. Ya que últimamente, ni recuerdo cual es la mía, aunque muy a menudo, quizá más de lo que quisiera, recuerdo cual fue. Fui trabajadora social.
Volviendo al tema. El otro día estuve hablando sobre la importancia de ir al psicólogo antes de que un problema de este tipo, te acabe causando otra enfermedad. Y es que, si consigues ser más bien feliz, es menos probable que tengas otras enfermedades. Otras enfermedades que no son psicológicas, pero que, sin ninguna duda, están favorecidas por causas psicológicas.
Además, si la gente acudiera al psicólogo, antes de convertirse en un intransigente, estúpido, y demás palabras, que no pongo por que son "palabrotas" no sólo mejoraría su salud mental, si no también, la de su entorno.
Por ejemplo, todos hemos trabajado con algún estúpido, que aprovechando su relativa posición de poder, hace la vida imposible a sus subordinados, en muchos casos de forma intencionada. Es indudable, que algunas de esas personas es que son malas y punto. Pero otras, son simplemente gente muy estresada, con ansiedad, amago de depresión... (y un millón de cosas más que diría mejor una psicóloga)así que, si esas personas hubieran ido al psicólogo, probablemente tendrían un trato mejor, y no sólo ellas, si no todas sus subordinadas, serían más felices. Además de sus hijos, esposa/o, padres, vecinos, serían más felices y así sucesivamente.
Pero, podría ir más lejos. Mucho más lejos.
Si esas personas, que poseen riquezas considerables, y reales, esas personas que se pueden permitir gastar en un coche lo que valió mi casa, antes de que la burbuja se desinflara. Fueran a un buen psicólogo, que les enseñara que no vale lo que dicen que cuestan esas cosas, les hiciera ver que uno vale lo que vale, y no el precio de su coche, su mansión, o su ropa...
Entonces, esas personas que ocupan puestos de indudable poder, esas personas que son realmente importantes. Felices, por fin, sin necesidad del consumo desaforado e injustificado, al que su clase social se ha visto abocada desde hace siglos. Dejarían de explotar a los que están bajo ellos, pues ya no necesitarían el beneficio que esto les concede.
Así, señores y señoras. Sería como si invirtiéramos en psicólogos cuando debiéramos, todos, en sociedad en conjunto. Podríamos, por fin, acabar con los males que arrasan la tierra.
Habrá un listo/a que me diga que con los desastres naturales y las enfermedades no podríamos acabar. Eso es cuestionable, pues acabando con la explotación, acabaríamos con el consumismo, y tras el consumismo se va la contaminación, y sin contaminación es indudable que habría menos desastres naturales y menos enfermedades.

jueves, 17 de julio de 2014

LOS PROBLEMAS

Miremos por el lado bueno este desastre generacional que estamos viviendo. Por lo menos por mi parte a mi ya no me preocupa cómo me queda la ropa, que piensa de mí el estúpido de turno, si he quedado bien en el supermercado cuando me he tropezado al salir...
Ahora me importan menos cosas: Como si el año que viene podré seguir pagando la letra de la hipoteca.

lunes, 14 de julio de 2014

SER QUE RIGE NUESTRO DESTINO

Nunca suficientemente estimado ser que rige mi destino:

Te escribo yo, tu humilde servidora, para comunicarte, que me encanta tener este blog, donde cuento las innumerables aventuras a las que me veo sometida como buscadora de empleo. Internándome en las más gloriosas hazañas, en los más inexplorados caminos. El conocimiento de mi ciudad y Comunidad Autónoma, no tiene precio para mí. Poder bajar a los más bajos fondos de las más miserables empresas de telemarketing, es sin ninguna duda una experiencia con la que podré aburrir a mis nietos si algún día los tengo.
Sin embargo, y sin querer parecer desagradecida. Me gustaría poder detener, por una vez, esta vorágine de búsqueda de oportunidades.
Un trabajo, por favor.

domingo, 6 de julio de 2014

Dios no quiere que me den trabajo (Sucedió ayer mismo IV)

Aún sabiendo que me lo reenviaban por cortesía, hice el test de personalidad enviado. Naturalmente después de tanto varapalo, ellas me hacían la entrevista por no decirme que no, y yo iba, por no perder una oportunidad.
El caso, es, que para colmo ya. Cuando abrí el test, enviado por un servidor y bla bla bla. No lo podía hacer pues me faltaba una actualización del programa de internet. Momento pánico, una vez más, con esta candidatura.
Ya había abierto la sesión y ya había empezado, así que abrí corriendo en otro navegador. Crucé bien fuerte los dedos, esperando que lo pudiera abrir, y... sí, lo pude hacer.
Es curioso lo de los test estos de personalidad. No evalúan nada, en realidad lo único que ponen al descubierto es si sabes contestar lo que quieren oír. Naturalmente no vas a poner: "pierdo los nervios con facilidad" si no "sé controlarme frente a situaciones de stress"
Bueno lo hice, por la noche, cansada, aburriéndome de contestar una y otra vez lo mismo. Eso de repetir preguntas lo hacen para mirar a ver si eres sincera, creo. Por la mañana madrugué, muuuucho. Me arreglé una barbaridad, y me presenté a la entrevista. Sufrí, como en cualquiera de ellas, saqué lo mejor de mi misma. Aún a pesar de que después de cada contratiempo tengo cada vez más seguro que si Dios existiera, desde luego, no quería que me dieran el empleo.
Sigo en el paro, es lo que tiene.