sábado, 28 de junio de 2014

SEGUIR EN ELLO, AUNQUE YA HAS PERDIDO (Sucedió ayer mismo III)

Después de casi buscarle la ruina a una pobre seleccionadora de personal, que cometió dos errores, uno confiar en mi para un puesto bien pagado, el otro, mandarme un correo electrónico con la fecha mal puesta.
Ahora, y para colmo, la vuelvo a buscar problemas. El viernes cuando volví de la entrevista, con dolor de pies, - mira que son malos los zapatos bonitos de las entrevistas - y muerta de calor - otra de las características de la ropa de causar buena impresión - abrí el correo. Con los dedos cruzados pensando: "por favor que se haya equivocado ella". Efectivamente, era lo que ya conté. Pero no entré directamente al blog a desahogarme, si no, que me detuve un momento a mirar los correos. Todo lleno de spam, lo normal. Empecé a borrar, cual explorador que va por la jungla quitando con un gran cuchillo las lianas a su paso. Borré de todo, leyendo los que debía, y dejando la bandeja bien limpita.
Bueno, pues unas horas después de tan ingente y concienzuda limpia me llaman del trabajo, ese que no creo que me den ya. Y me dicen, que sí por lo menos he recibido el mail en el que me mandaban el cuestionario de personalidad.
La verdad, es que le pedí que me lo reenviara, y, por supuesto, lo haré en cuanto lo reciba, pero... ¿Qué más me va a pasar ya con este trabajo?

viernes, 27 de junio de 2014

SUCEDIÓ HOY MISMO. (Sucedió ayer mismo II)

Necesito desahogarme.
Resulta que ayer recibí una llamada del trabajo de la entrada anterior. Me citaban para otro día, a otra hora, en otro sitio.
Yo, lo anoté corriendo, pero no hacía falta, pues me iba a enviar un correo electrónico con toda la información.
Ayer llegué tardísimo a mi casa, y entré para confirmar la información que me habían dado. Y resulta que en el cuerpo del correo, la seleccionadora, se conoce que quiso poner otra cosa. Pero yo, al leerlo, entendí, que la entrevista era hoy. Por supuesto di por hecho, que me había equivocado yo, al tomar los datos.
Así que hoy, me levanto súper pronto, después de pasar un montón de nervios por la noche, me presento en el lugar de la entrevista, y una persona importante. Tan importante que de ella depende que me salga trabajo. Me dice que me he equivocado de día, que hoy no es.
Me disculpo como puedo. Salgo, y vuelvo a mirar el correo, resulta que en el asunto, sí que ponía la hora y el día correctamente.
El caso es que la entrevistadora de hoy ha sido una mujer muy agradable. Que me ha comentado que la única molestia es que tenga que volver otro día. Aparentemente lo sentía más por mí. Me han dado ganas de decirle: "mire, yo necesito trabajo, si usted me dice que tengo que venir cinco veces más, hacer acto de presencia, y volverme, por qué sí, yo lo hago"

jueves, 26 de junio de 2014

SUCEDIÓ AYER MISMO.

Ayer por la mañana, andaba yo por mi casa, querría decir, tranquilamente, pero, en realidad no, en realidad no estaba tranquila, estaba pensando: "se me acaba el paro, se me acaba el paro" y me llamaron de una oferta de empleo.
Fue increíble, una gran experiencia personal, digna de poner aquí, desde luego tiene su mérito. Era para un puesto temporal, y pensé: "mira, mi especialidad". Tras contestar unas preguntas en español y una en inglés. Me citan para la entrevista. ¡Ese mismo día, dos horas después! y es que los seleccionadores de personal, están cogiendo una costumbre más mala, de citar para el día que llaman...
Así, que deprisa y corriendo, tienes, que ducharte, plancharte el pelo, plancharte la ropa (menos mal que esto lo tenía hecho), comer algo para no ir a la entrevista con demasiada hambre, y maquillarte, salir para la entrevista con el tiempo justo, justo.
Me equivoco al elegir la combinación de metro, llego justo a mi hora, y... tras encontrar la dirección sin ningún tipo de dificultad, me encuentro que no localizo la puerta.
Doy una vuelta por aquí, otra por allá, nada, el edificio no tiene portal.
Me mosqueo, valoro la opción de haberme vuelto loca ya ¡por fin! veo unos policías, les debería preguntar a ellos dónde está la entrada del edificio. Pero me da miedo, a ver si según la "Ley Mordaza" va a estar prohibido pedir ayuda a la policía. Así, que me cargo de valor y me atrevo a preguntar a un chico que está haciendo socios para ong´s. Me indica la entrada, pero me dice que me tengo que hacer socia de su ong. Entonces explico que tengo mucha prisa, y salgo corriendo hacia donde estaba la entrada.
Entro, ¡Por fin! Un edificio súper moderno, muy bonito, grande, espacioso, con altos techos, todo de cristal... e intento subir en ascensor. Me gusta entrar en los ascensores, sola, antes de una entrevista de trabajo, a comprobar que tengo el maquillaje bien, el pelo, más o menos, y que no me ha muerto ningún mosquito en la cara.
Y... la modernidad me la vuelve a jugar. Por ningún sitio hay algo parecido a una botonera para marcar el piso. El ascensor se empieza a mover. Y pienso que nada, que tarde o temprano se parara en la planta a la que voy. De pronto veo una pantalla táctil, por la que van apareciendo números, y cuando veo el piso al que voy, me lanzo rauda y veloz, a pulsar el botón.
¡Funciona! vaya, creo que entrar en el edificio, y conseguir subir en el ascensor, forma parte del proceso de selección.
Luego, la entrevista se alarga, se alarga, se alarga. Con una chica que debía tener muchas ganas de darme el puesto, pues parecía ella más interesada que yo. Se agradece.
Llama a una supervisora para que me conozca, eso me hace sonreír más todavía, me llena de felicidad. Entonces, cuando ya me están sonando las tripas de hambre, y me estoy temiendo que lo están oyendo... ¡Me ponen un examen de inglés! Pero no mujer no, esto antes.
Así, que nada, a estudiar inglés, que últimamente, me está cerrando muchas puertas, más que abrírmelas.

sábado, 21 de junio de 2014

LAS OTRAS CON MI NOMBRE (y apellidos)

Uno de los motivos por los que uso un pseudónimo para escribir, es que, me preocupa que una seleccionadora de personal me google para ver que pone de mi la red; y se encuentre que tengo un blog de poner "verdes" a los/as seleccionadores/as de personal.
Y es que, como los profesionales de la búsqueda de empleo (los parados, y los orientadores laborales) dicen, hay que cuidar nuestra reputación en internet. Ya que es una forma muy fácil y sencilla de saber cosas privadas de un candidato - De todo esto ya hablé en una entrada anterior - sobre las redes sociales.
El caso es que por mucho cuidado que tenga en mi reputación digital, esta se puede venir abajo en un abrir y cerrar de ojos, y no por algo que haga yo. Es que mi nombre de verdad no es muy inusual, y hay más de una por este país, y parte del extrajero, así que en cualquier momento una de ellas puede colgar en la red algo incorrecto y a mí, me puede venir mal.
Así que lo único que se ocurre es que me dedique a amigarmelas todas en la red social y pactemos entre todas qué contenidos se pueden colgar y cuales no.
¿Qué pasaría si otra con mi nombre estuviera orgullosa de sus talentosas curvas y se dedicara a publicar fotos "sugerentes" por internet? Eso podría perjudicarme cuando buscara empleo, o... conseguirme alguna entrevista, en la que el seleccionador nada más verme sintiera una enorme decepción.
Aunque tener un nombre muy común, en según qué circunstancia puede venir muy bien. Así, si alguna vez se cuelga un video o foto mía, haciendo el tonto por ahí, siempre puedo decir: "Es otra con mi nombre, ¡Anda que no habrá gente con mi nombre!" y si me dicen: "Es que se parece mucho a tí" yo, siempre puedo contestar: "Pues anda que no habrá chicas como yo" y es que tener un color de pelo común, una altura común, un peso común...¡Y un nombre común! Puede llegar a venir muy bien.

jueves, 19 de junio de 2014

MENUDOS DISGUSTOS DA LA OBJETIVIDAD

En estos tiempos de sacrificios sin recompensa, de despidos, de entrevistas de trabajo sin resultado... en definitiva, de disgustos. Me alegro profundamente de poder "amarrarme" a la subjetividad. Simplemente porque la objetividad es muy cruel.
Todo esto viene a que esta misma semana hice una prueba de nivel de inglés. Una cosa objetiva, unas preguntas, con unas opciones de respuesta, y luego, se corrige y punto. Nada de redacción, nada de prueba oral, nada subjetivo.
¡Así me ha ido! he sacado mucho menos nivel que el que esperaba.
Así que ahora estoy mirando a ver si me sereno agarrándome a la subjetividad, y a la relatividad de los hechos. Es tan sencillo como no ver que el resultado es el que es y punto.
Menos mal que la mayoría de las cosas de la vida están sujetas a la subjetividad, como las entrevistas de trabajo, en las que puedes decir "no me han cogido pues la de selección era muy prejuiciosa" y cosas por el estilo.
Y es que reconozcámoslo, sin la subjetividad que como humanos están sujetos los seleccionadores de personal, alguno de nosotros tendríamos mejor curro, pero, a lo mejor, si todo fuera totalmente objetivo, estaríamos peor que estamos, y sobretodo, más hundidos.

domingo, 15 de junio de 2014

BUSCANDO AMIGUITOS EN FACEBOOK

A mi me da mucha pena estar en paro, por supuesto, me va dando cada vez más pena según voy viendo que se acerca la fecha en la que se me acaba. Pero el otro día hubo una seleccionadora de personal, que me dio más pena aún.
Me apunté a una empresa para un trabajo de verano de 15 días, así, empleo de calidad. Resulta que esa tarde, cuando entro en mis redes sociales, la empresa a la que me había apuntado me estaba pidiendo amistad. Yo la contesté por el apartado de otros "bueno, chica/o siento que no tengas amigos ni en las redes sociales, pero esta no es forma de conseguirlos".
Por supuesto que sé que lo hacen para saber si tienes fotos "inapropiadas" y para hurgar en tu vida privada, y en cosas que nos les importa, que lo que importa de tu vida laboral, lo pones en el C.V. no en las redes sociales.
Es que ¡hay que tener un cuidado! Yo hasta incluso en el whatsapp tengo una foto "neutra" que me imagino a un seleccionador de personal, metiendo el móvil de los candidatos en su teléfono para ver qué foto tenemos.
Y es que no hay nadie inocente, en las entrevistas de trabajo que me dicen nombre y apellidos de entrevistador. Ya sabéis cuando dices: "¿Por quién tengo que preguntar?" miro a ver qué pone de él o ella en google.
Como podéis observar por todo el tiempo que llevo en el paro, no consigo pistas lo suficientemente buenas por este medio.

sábado, 7 de junio de 2014

¿PARA QUIÉN TRABAJO YO?

Hoy he ido a la Feria del Libro, y por fin he conocido a Aleix Saló. Y me ha dedicado el libro, claro. Era lo suyo.
Bueno, el caso es que le he hablado del blog, como tenía que ser, y aunque entiendo que el pobre chico, hoy se ha visto con cientos de personas y ahora, creo que por cada ciudadano hay 7 u 8 blogs, todo el mundo le habrá hablado del suyo. Y no creo que se acuerde justo del mío. Pero me ha entrado el pánico a ver si ¿entrará? ¿no entrará? ¿se acordará? y aquí estoy revisando si mis entradas tienen suficiente calidad, y... creo que no la tienen. Me dan ganas de poner en primer término el C.V. de plastilina y el cerebro del buscador de empleo, por si acaso entra.
Pero bueno, a lo mío, a mi entrada.
Estoy ahora en un curso de estos de selección larguísimos... y claro, me acuerdo de otros procesos de selección que he tenido.
Recuerdo una vez, que hice una entrevista para trabajar en la empresa "X" - multinacional de renombre - pero mi contrato sería por parte de la empresa "Y" - empresa conocida pues siempre tiene ofertas colgadas en internet, pero yo trabajaría en una campaña de la empresa "Z" - que era la que había contratado con "X" para darle un servicio y que a su vez contrataba a "Y" para que le suministrara personal. (Por un momento creí que se me acababan las letras)
Y yo, mientras intentaba componer en mi mente este galimatías, aunque no me importaba lo más mínimo, que a mí sólo me importan ya las condiciones laborales, pensaba: "¿Y si alguien me pregunta? ¿para quien digo que trabajo?"