Como de
trabajadora social no me como un rosco, decidí intentar ser escritora, mira,
así empieza el blog.
Resulta que ahora me encuentro con
que publicar un libro es más difícil que aprobar una oposición, y pienso: “¿Por
qué soy adicta a las cosas imposibles?”
Luego pienso que bueno, por lo menos cuando
leí que se publican tan pocos libros de los que se escriben, no me debería
haber asustado; nadie que haya visto en una página de búsqueda de empleo que
hay 1500 solicitantes para un puesto de trabajo y aún así le da al botón de
apuntarse, no puede ser alguien que se amilane fácilmente.
Vamos a ver, si mando mi libro a una
editorial ¿tengo más o menos posibilidades de que lo lean qué cuando mando un
C.V. a una empresa? Y aún así sigo intentando obtener trabajo, así que… ¿por
qué me iba a asustar yo por los pocos libros que se publican?
Así que me he decidido, cuando lo tenga
corregido, lo mandaré a editoriales, concursos…
Y fue ahí cuando me enteré de que para que te
publiquen un libro tienes que conocer a alguien, y digo yo, según la teoría de
que entre una persona y otra sólo hay 6 conocidos, lo único que tengo que hacer
es desgranar esas relaciones hasta que encuentre a alguien importante de una
editorial ¿no?
Aquí es donde entráis vosotras/os queridas/os
y nunca suficientemente valorados lectoras/es, que sé que estáis ahí, puse un
contador de visitas. Mirar a ver si podéis iniciar mi desgranamiento de red social
hasta que encuentre mi “enchufe”.
Gracias.